La secretaria general de Instituciones Penitenciarias, Mercedes Gallizo, alerta de la sobreocupación que sufren los dos hospitales psiquiátricos penitenciarios que hay en España, situados en Sevilla y Alicante, debido a que hay un «alto número» de enfermos que son ingresados «inadecuadamente» en dichos centros.
Esto se debe, según ha explicado en la Comisión de Interior del Senado, a que la derivación de estos internos a los recursos asistenciales ordinarios encuentra «mucha resistencia de las comunidades autónomas responsables de estos servicios».
Actualmente se estima que un 42,2 por ciento de los presos de las cárceles españolas padecen alguna enfermedad mental, siendo las más frecuentes los trastornos de ansiedad (23,3%), abuso de drogas (17,5%) y depresiones (14,9%), mientras que los trastornos mentales graves tan sólo afectan a un 4,2 por ciento de todos los internos.
En la mayoría de casos, estos ingresos inadecuados afectan a personas detenidas por un delito leve pero consideradas «inimputables» por su estado mental, a las que, si bien no se les puede establecer una condena, se les impone una medida de seguridad con internamiento en estos hospitales que dura de tres meses a un año. Para tratar de adecuar los recursos a la demanda, no obstante, reconoce que en algunas comunidades autónomas se están creando comisiones de carácter oficioso con representantes de las administraciones encargadas de dar asistencia a estos enfermos.
Actualmente, en el hospital psiquiátrico de Sevilla hay 180 internos y en el de Alicante 370, gracias a que la proporción de camas psiquiátricas en dispositivos dependientes del sistema penitenciario es ligeramente superior a la media europea, con nueve por cada mil internos.
Además, Gallizo ha destacado la necesidad de renovar las instalaciones de los dos hospitales psiquiátricos y la necesidad de que los equipos de asistencia sanitaria pasen a depender de las comunidades autónomas y no del Ministerio de Interior como hasta ahora.
En este sentido, ha recordado que «están a punto» de formalizar el primer traspaso de competencias en este sentido con el País Vasco, confiando en que éste sirva para «abrir la puerta» a futuros acuerdos con otras comunidades, reconociendo que no están encontrando una «gran receptividad» en la mayoría.
Por otro lado, y en el marco de la asistencia que se ofrece desde las cárceles a los enfermos mentales, Gallizo ha destaco la figura del ‘interno de apoyo’, a través de la cual han creado una red de colaboradores formada por los propios reclusos para dar apoyo a la rehabilitación de los afectados por estos trastornos.